Cirugías

Se pueden distinguir dos modalidades básicas de tratamiento quirúrgico de la próstata. Una es la resección transuretral de la próstata (RTU Próstata) y otra es la cirugía abierta de la próstata o adenomectomía de la próstata.

La cirugía es con gran diferencia el mejor tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata. Su misión principal es eliminar el aumento de tejido que se ha producido con los años y por tanto eliminar esa obstrucción a la salida de la orina de la vejiga.

Fundamentalmente el criterio de elección depende del tamaño de la próstata. En próstatas grandes es mejor la cirugía abierta porque permite mejor la extirpación de la misma. Otros factores decisivos son el estado general del paciente: en pacientes con problemas de corazón es mejor la resección transuretral, la edad del paciente, etc.

Ambas técnicas tradicionales conllevan un riesgo significativo de complicaciones y requieren una hospitalización de entre 3 y 10 días.